El fin de semana ha sido bastante "productivo"...No paré de cocinar y aún así no paramos en casa. Hay veces que pienso demasiado en como hacer un plato.
Me organizo con la materia prima y venga, a darle vueltas a la cabeza para hacer algo "diferente".
El caso es que siempre es diferente, a veces con buenos resultados y otros no tan buenos...
Esta receta, en particular, es muy sencilla y con sabores tirando a fuertes.
El solomillo es de las carnes que puedes cocinarla con "casi" todo, en especial el de cerdo. Como más me gusta es con un buen refrito de ajo y perejil. Pero como he dicho en mil ocasiones, hay q variar para no aburrirse...
Cogemos el solomillo entero, lo abrimos por la mitad, salpimentamos y "aplanamos" con el rodillo (me gusta hacerlo porque queda más fino), rellenamos con queso amarillo y sobrasada, lo cerramos poco a poco enrollando sobre si mismo y atamos o ponemos palillos para que no salga nada.
Ponemos en una sartén junto con varios dientes de ajo en láminas. Cuando esté dorado por todos lados, lo pasamos a una bandeja de horno y en el mismo aceite, añadimos un buen chorro de miel, katchup, y vino tinto, dejamos que evapore y reduzca.
Añadimos a la bandeja esta salsa y horneamos a fuego medio unos 20 min.
Emplatamos y lo acompañamos de arroz blanco.
En realidad, se puede acompañar de cualquier cosa, papas fritas, guisadas, arroz...
Me quede con las ganas de freir unas batatas en cuadritos pequeños, hubiera sido un contraste perfecto.
Eso lo dejaremos para la próxima.
lunes, 27 de octubre de 2008
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2 comentarios:
Si que es cierto que con el solomillo podemos "jugar" t rellenarlo con lo que más me guste, pero este relleno, me resulta sorprendente y con tu permiso, lo pondré en práctica
Un saludo
Hola Marta, la combinación de sabores me encanta... Lo anoto en mi cabeza.
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