Lo primero que hice fue una carne mechada, normal, como la de siempre, hacemos el caldo con la carne (morcillo), la cebolla, el pimiento, un puerro, zanahoria y un par de ajos, sal al gusto.
Una vez guisada la carne la retiramos y la dejamos enfriar, la desilachamos y reservamos.
Picamos la cebolla y el pimiento rojo muy chiquito, lo sefreimos y echamos la carne ya desilachada, chorrito de vino blanco y sal, esperamos a que reduzca y listo, tenemos una rica carne mechada, yo, personalmente le echo un poco de comino en grano, y una hojita de laurel, le da el toque perfecto.
Hasta este punto, todo iría de maravilla, podemos hacer unas ricas arepas de mechada, o simplemente freir unas papitas en cuadros y comenzar a comer...
Pero... y si hacemos una bechamel? suavita, no demasiado gruesa...añadimos la carne mechada (sin salsa) y empanamos (huevo y pan rallado)?
Pues efectivamente, tenemos unas riquísimas y sabrosas croquetas de mechada.
Espero que os gusten tanto como a mi.
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